Se nos ha dicho siempre, que cometer errores, es algo natural, es de humanos. Y ciertamente no siempre vamos hacer todas las cosas a la perfección. Uno aprende sobre la marcha, y en el trascurrir del tiempo nos damos cuenta de que las cosas no siempre salen como habíamos previsto. El creerse perfecto, e infalible, lo único que hace en nuestra vida es agravar nuestra imperfección con un espíritu de prepotencia y orgullo que nos deja fuera de todo razonamiento y lógica. Desde el principio de la creación ya nuestros primeros padres, tenían la mala costumbre de quitarse toda responsabilidad y echar la culpa de sus males a otro.
Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Gén 3:10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. Gén 3:11 Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? Gén 3:12 Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. Gén 3:13 Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí. Esto ha sido una tendencia general por los siglos y hasta nuestros días ocurre con demasiada frecuencia que en vez de...Leer mas en el enlace de abajo.