Nuestro fundamento, nuestra base de cimentación, nuestra
fortaleza espiritual eterna es Cristo.
La Fé verdadera es la que esta afirmada en su palabra, y con las manos invisible de la fé nos aferramos a ella.
La fe del creyente, no ha de estar fundamentada: ni en sueños, ni en visiones, ni en sentimientos. La verdadera fé, es la que viene de oir la palabra de Dios, y se creé con el corazón.
Heb 4:2 Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el...
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